– Establezca horarios adecuados para comer –
“Consuma sus alimentos como que fueran medicamentos”, dice el dicho. Los remedios se toman con horario, en dosis determinadas y sirven para curar, y la comida tiene la misma función.
“Comer SANO y tener buenos hábitos es más barato, porque además de nutrir, evita enfermedades”, afirma la jefa del Centro de Asesoría en Alimentación y Nutrición de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
“También sirve para PREVENIR OBESIDAD, presión alta, problemas cardiovasculares y DIABETES, las principales enfermedades crónicas no transmisibles”.
La mala alimentación es responsable del 60% de estos padecimientos, un 20% se debe a la inactividad física y otro 20% se puede atribuir a la genética.
El pediatra, jefe de la Emergencia de Pediatría del Hospital General San Juan de Dios, asegura que desde pequeños se previene la desnutrición y las epidemias actuales.
El 5% de los estudiantes son hipertensos, debido al consumo de bebidas gaseosas y comida chatarra, mientras hace tres décadas aparecía a los 70 años.
Decida cuidarse
“Cuando una persona está triste no le duele el pie, lo más frecuente es que las alteraciones emocionales afecten el aparato digestivo”, explica la internista y gastroenteróloga.
“La conexión entre el cerebro y el intestino es muy fuerte. El sistema es autónomo, tiene su propia división del sistema nervioso”.
Además, aclara que la saciedad y el apetito no se sienten en el estómago. Esta manda una señal al cerebro de que ya recibió suficiente comida, pero tarda entre 15 y 20 minutos en ser reconocida.
“Lo correcto es comer despacio y tardar por lo menos 15 minutos; frutas y vegetales que contienen vitaminas saludables para las células del intestino delgado.
Ayude a su Sistema Digestivo
El aparato digestivo es el responsable de mantener la vida y la salud al absorber los nutrientes que contienen los alimentos, y eliminar las sustancias de desecho del organismo. Manténgalo sano con buenos hábitos.
Boca: Los dientes y la lengua trituran los alimentos.
Glándulas Salivares: La saliva contiene enzimas como la amilasa, que dividen los nutrientes en partículas pequeñas.
Esófago: A través de este, los alimentos que se tragan llegan al estómago.
Hígado: El órgano vital y su glándula, la vesícula biliar, segregan una sustancia que disuelve las grasas.
Estómago: Los jugos gástricos y los movimientos musculares trituran el bolo alimenticio para hacerlo más digerible.
Páncreas: El líquido pancreático es abundante en enzimas, que disuelven químicamente hidratos de carbono, grasas y proteínas.
Papila: Es un conducto que drena la bilis y líquido pancreático al inicio del intestino delgado.
Intestino Grueso: Se encarga de reducir las cantidades de agua de los restos de alimentos y eliminar las heces junto con otros desechos del organismo.
Intestino Delgado: Toda la absorción se lleva a cabo a lo largo de este trayecto. Las células atrapan los nutrientes y los dirigen hacia donde los vasos sanguíneos y linfáticos, luego los llevan a todo el organismo.
Fuente: Nuestra Familia – Nuestro Diario